14 ene 2013

Desde la cuna del Globo de Bajo Flores

Un luchador con altura y solidez

 

El señor Carlos Babington nos contó toda su trayectoria futbolística desde sus comienzos amateurs en su querido Huracán, pasando por los deporte que realizó como hobbies, llegando a su etapa profesional, metiéndonos en sus mandatos como Director Técnico de Platense hasta su actualidad: familia, nietos y felicidad. Todo en una entrevista personalizada.



Carlos Alberto Babington







¿Qué es de la vida de Carlos Babington en este final del 2012?
Hace un año y cuatro meses que dejé la presidencia del club.Por otro lado desvinculado hace años del deporte y hoy en día tengo dos negocios, así que me dedico a mi familia y a malcriar a mi nieto.

¿Seguís mirando fútbol?
Por supuesto, es algo inevitable, sigo a Huracán porque es mi vida pero también miro otros partidos.

¿La Selección?
Me gusta el técnico y tenemos ese plus que se llama Messi, es casi imposible que un jugador haga dos goles por partido, creo que ni Pelé, ni Maradona podían tener esos números. Hay falencias en el fondo, en el medio campo se está encontrando una solidez y en la delantera tenemos lo mejor del mundo.

¿Messi es el mejor de la historia?
No, para nada tuvimos grandes jugadores, desde Di Stefano, pasando por Maradona y hoy en día Messi, cada uno en una época diferente.

Hagamos una línea histórica. ¿Cuándo comenzó tu amor por el fútbol?
Tengo fotos de chico donde todavía no caminaba y ya tenía una pelota de fútbol en la mano.

¿Heredaste la técnica de buen juego?
Para nada, yo tenía un tío que jugó en Atlanta cuando se profesionalizó el fútbol en los años 30, no tuvo una gran trayectoria, pero es lo único cercano al deporte, porque mi papá nunca se dedicó a esto ni intentó.

En tu niñez ¿cuántas horas ocupaba el fútbol?
Salía a la mañana y no volvía ni a comer algunos días, porque en Parque Patricios (donde vivía) siempre había partido, estaba rodeado de plazas donde jugábamos todo el tiempo. Fue ahí donde Palomino (receptor de jugadores) me vio y me llevó a River Plate, junto con Mostaza Merlo nos probamos en la 9na de River. Pero mi amor por Huracán era más fuerte…

¿Tomaste tus cosas y te fuiste solito a probar al Globo?
Así es estuve 9na y 8va en River y me fui a Huracán donde comencé jugando en 6ta división.

¿Fue fácil pasar de 6ta a Primera?
Sí, porque estaba muy tranquilo ya que jugaba de titular desde que debuté, el técnico me tenía confianza y con 17 años jugaba en la Primera de Huracán en el 77, de la mano de Renato Cesarini.

¿Salidas, amigos, cumpleaños, cómo controlabas tus diversiones?
Cuando vos tenés ambición de ser jugador de fútbol, te vas privando de cosas como salir a bailar los viernes y sábados, alimentación, que para mí no fue ningún sacrificio, conozco proyectos de jugadores que les gustaba más salir, los vicios y nunca llegaron. Hoy en día estoy contento de la decisión que tomé porque me mantuve físicamente sin problemas. Por el lado de mis amigos, siempre tuve el apoyo incondicional, es más tengo muchos amigos de la infancia hoy en día.

Volvamos a tu etapa de jugador: ¿con que expectativas llegaste a Alemania?
Alemania fue el gran error de mi vida deportiva, por eso siempre defiendo a los representantes que sirven para los jugadores, porque si yo hubiera tenido un buen representante no hubiera ido a un equipo de la B de Alemania. Nunca pudimos ascender ni tener un buen nivel, fue un error llevado por el dinero, que era importante pero no prioritario.

Pasó el tiempo y llegaste a Estados Unidos…
En el 82 con la Guerra de Malvinas se para el campeonato acá y me ofrecieron un buen dinero en el país Norteamericano. Jugué seis meses a préstamo, con un conjunto completamente de extranjeros, con reglamento diferente, para tener un fútbol violento, atractivo. Fue una experiencia linda a nivel turístico y sin cambios a nivel deportivo.

Volviste del préstamo pero a los pocos días te fuiste a Colombia, para jugar en Junior de Barranquilla…
Con 32 años me compra el Junior en el año 1983, me voy con el Patón Bauza y Carnevale (arquero). Querían ganar el campeonato y entrar a la Copa Libertadores. Fue un año increíble, donde me di cuenta que los colombianos juegan extraordinariamente, pero tienen un problema de educación social imponente.

Después del Junior, te retiraste, ¿la decisión estaba tomada de hace tiempo?
La decisión la tomé en Colombia porque estaba en una ciudad donde hacía 40 grados a la sombra, mi señora sufría el calor por la presión y no podía vivir bien en Barranquilla. Para irme del club y volver a Argentina el Presidente del Junior me dijo que le devuelva la plata con la que me compró. Fue ahí donde decidí retirarme y colgar los botines.

¿Cuándo decidiste ser técnico?
Ahí mismo, en enero del 84. Hablando con Coco Basile de mi retirada del fútbol me ofreció un puesto como ayudante y sin dudarlo me sumé como ayudante técnico en Vélez hasta el 86, año donde me largué sólo en la dirección técnica.

¿Cuál es ese primer club que te vio cómo D.T.?
Me llamaron de Platense porque una vez estábamos comiendo con mi señora en un restaurant, se me cae un lente de contacto, lo busco y lo busco hasta que un hombre se me acerca y me dice: “acá está su lente de contacto… ¿perdón podría hablar un minuto con usted?”. Fue ahí donde me dijo que era dirigente de Platense y me ofreció ser el Director Técnico de la Primera del club.

¿Quiénes estaban en ese primer cuerpo técnico que te acompañó en la dirección del Calamar de Vicente López?
Carlitos Leone (ayudante de campo) y Julio Santella (preparador físico). Éramos un buen grupo, lastimosamente duramos poco en el club por un problema que tuve con tres barras que le querían pegar a los jugadores y justo en ese momento estaba mi hijo de 11 años que terminó asustadísimo por lo que vio. Ese mismo día cargué a mi hijo en el auto y nunca más volví al club por la seguridad de mi familia. Igual fue por inexperiencia porque hoy en día pasa en todos lados, en otra ocasión no lo volvería hacer.

¿Cuándo decidiste ser Presidente?
La última vez que dirigí en México en el León, comencé a tener dolores en la garganta. Volví a Argentina agarré Huracán y el dolor volvió. Me hice los estudios correspondientes. Llegaron los resultados un jueves y el doctor me dice que al otro día me tenía que operar. Yo le aclaré que no podía porque tenía que dirigir si o si el viernes contra Colón de Santa Fé. El doctor me anestesió y dirigí igual,  después del partido sin decir porqué, presente la renuncia como director técnico. Por suerte, al otro día me operé y todo salió muy bien. Después de eso decidí no dirigir más. Un grupo de amigos me ofrecieron sumarme a su lista para presentarnos en las elecciones de Huracán, para ver si podíamos cambiar el club. La idea me gustó y me sumé con ganas.

¿Hoy en día no te interesa volver de alguna forma?
Para nada, me siento muy bien, estoy tranquilo, no me hago problemas con nada, no tengo ganas de volver al ruedo. Vivo y disfruto de mi familia.

¿El fútbol te dejó muchos amigos?
Gracias a Dios sí, por ejemplo Carrascosa es un amigazo, el Patón Bauza quien, a pesar de estar en Ecuador, está siempre presente, Coco Basile y Mostaza Merlo grandes amigos, nos vemos muy seguido.

¿Cómo trasmitís a tus herederos, hijos o nieto tu forma de ver el fútbol?
Por un lado, mi hijo tenía condiciones pero sólo llegó a jugar en amistosos (porque antes no existía la Reserva), pero le faltaba un plus. Igual nada de presiones, sólo acompañarlo. Junto con el hijo de Coco iban a jugar a baby fútbol ambos decíamos lo mismo “son troncasos”, pero siempre comprendiéndolo y aceptando sus decisiones. Y mi nieto tiene dos años, ya le compré su primera pelota pero todavía falta… Me encantaría que se dedique… pero falta mucho.

¿Qué consejo de vida le dejaría Carlos Babington a los niños que sueñan con llegar y a los padres que anhelan ver a sus hijos jugando en primera?
Los padres antes y ahora siguen siendo igual, presionan, gritan, patalean y pelean, yo les diría que dejen a sus chicos tranquilos, que jueguen y disfruten, aunque no sabemos si sacando esa presión los chicos van a  jugar mejor porque mi papá siempre me decía que jugaba mal y eso me llevaba a mejorar siempre, pero nunca tuvo problemas con mis técnicos. El que tiene condiciones va a llegar, hay que aguantar muchas cosas y no perder las esperanzas ni las ilusiones.

Taekwondo Nancy Yañez

Sueños Dorados


En el Club Laprida y Florida Club entrenan Fidel y Jamal Justo, dos pequeños taekwondistas que aman éste deporte y se pasan todos los días mejorando sus condiciones para llegar a ser, en algún momento, grandes profesionales como sus ídolos Martín Sio y Débora Hait.

 

Jamal Justo
Cinturón Amarillo punta verde
Fidel Justo
Cinturón Verde

 

¿Cuándo empezaron a practicar taekwondo?

Fidel: Empecé en primer grado, dejé y volví. Mi papá me propuso la idea y me dieron ganas.

Jamal: Hace cinco años empecé también por pedido de mi papá, no conocía mucho del deporte pero desde la primera clase que me gustó.

¿Por qué eligieron a Nancy Yañez como profesora?

Fidel: Porque nuestro papá la conocía, son familiares lejanos y tenía confianza en ella y sabía que era buena profesora.

¿Qué les atrae del taekwondo?

Fidel: Antes lo tomaba como un juego, ahora lo tomo con el deporte que es.

Jamal: La forma de la pelea, me identifico con la disciplina porque quiero demostrar al rival mis condiciones como taekwondista.

¿Cuáles son sus mejores cualidades?

Fidel: Lo mejor que hago es pelear. Me destaco por tener mucha fuerza.

Jamal: Al contrario que de mi hermano, yo vivo saltando, estando en el aire, la rapidez en los movimientos son mi fuerte, no tengo tanta fuerza en los golpes pero tengo mucha velocidad.

¿Hay algo que les cueste hacer?

Fidel: A mí sí. Me falta agilidad, pongo mucha fuerza en los movimientos y me falta velocidad, puedo mejorarlo controlando la fuerza e incluyendo velocidad.

¿Cuál de todos los años de experiencia es el mejor para ustedes?

Jamal: Este es el mejor porque comenzamos con las peleas que es donde podemos demostrar todas nuestras condiciones.
¿Cómo les fue en los respectivos torneos que tuvieron este año?

Fidel: El primero fue en Morón y terminé medalla plateada. Muchos nervios por mi primera pelea, cometí varios errores que derivaron en puntos para el contrario. En la segunda competencia, en La Matanza, salí medalla dorada.  En Huracán el tercer y último torneo finalicé medalla dorada también. El más difícil fue el primero, más que nada por nervios los otros dos torneos los tomé más relajado y pude concentrarme y tener buenos combates.

Jamal: En mi primer torneo salí dorado (en Morón), fue fácil porque mi rival venia muy apuradito, tuve que esperarlo y le gané de contraataque. En La Matanza salí plateado porque me ganaron los nervios, fui a buscar la pelea pero sin concentración. En Huracán salí dorado también. Fue más difícil la final, pareja hasta último segundo: iba perdiendo 3 a 0 al término del primer tiempo hasta que se lo di vuelta 5 a 4 y gané la medalla dorada.

Pasaron los torneos, ¿qué viene ahora?

Jamal: Seguimos entrenando en Laprida y en Florida con Nancy Yañez, por mi parte entreno para pasar al cinturón verde y mi hermano busca llegar al cinturón verde punta azul.

¿Qué me destacan el uno del otro?

Fidel: Mi hermano es muy bueno, tiene cosas que yo no tengo, técnicas diferentes, nos llevamos bien aunque a veces nos peleamos  no son cosas graves.

Jamal: Es muy bueno, nos diferenciamos en la forma de pelear, yo le diría que disminuya la fuerza y ponga más velocidad en los golpes, para llevarle más puntos de ventaja a su rival.

¿Sueñan con ser taekwondistas profesio-nales y viajar por el mundo compitiendo en los mejores torneos?

Fidel: Queremos dedicarnos completamente al taekwondo, de lunes a viernes vivimos entrenando, nos encanta este deporte. Lo que más me gustaría es competir en Corea porque es donde nació el taekwondo.

¿Si no les va bien con el taekwondo saben a qué se dedicarían?

Fidel: Me gustaría ir a la Marina porque me gusta el mundo acuático, desde que fui a ver la Fragata Libertad que no dejo de pensar en todo lo que viviría si llego a ser un marino.

¿Con qué taekwondista profesional se sienten identificados?

Fidel: Mi taekwondista preferido es Martín Sio, Sebastián me gusta pero no me siento muy identificado con sus movimientos, en cambio con Martín sí.
Jamal: Mi taekwondista preferida es Débora Hait porque vi los torneos donde compitió y  siempre terminó con una medalla plateada o dorada y eso me impactó.


¿Por qué le dirían a otros chicos que se sumen al taekwondo?

Jamal: Es una buena influencia, aprendes a defenderte en situaciones extremas por ejemplo si te van a robar o estás en peligro.

Fidel: Es una buena disciplina que también sirve para dedicarse en profundidad, es un lindo deporte donde aprendés a respetar al rival y hay que seguir estrictamente las reglas.

De San Fernando a los Juegos Olímpicos de Londres

Nunca es tarde para remar

 

Ariel empezó a remar a los 20 años, cuando todos creen que es tarde para arrancar, él subió por primera vez a un bote y hoy en día es el cuarto mejor remero del mundo junto a su compañero marplatense Cristian Rosso. De pequeño soñaba con conocer Alemania y gracias al remo lo consiguió. Actualmente piensa en seguir compitiendo y, por qué no, en algún momento ser Entrenador Nacional.  

 

Ariel Suárez
Edad: 32 años

Remero del “Club de Remo Teutonia” (2000-actualidad)
Selección Nacional (2001-actualidad)
Remero del “Club Vasco da Gama” –Brasil, (2010-actualidad)     

¿A los 20 años comenzaste con el remo? ¿Puede ser?
Así es, cuando todos decían que yo era grande para empezar un deporte. En su momento, el entrenador Sergio Guaglianone del Club de Remo Teunonia (donde después comencé a entrenar) mandó a uno de sus chicos, que entrenaba en el mismo gimnasio que yo, a que me convenza para que entre a su equipo de remeros, porque él me veía con muchas condiciones.

¿Qué era de tu vida antes del remo?
Era patovica y trabajaba en una panadería de todos los viernes y sábados por la noche y domingos  por medio. Por otro lado, de los 15 a los 20 iba al gimnasio todos los días, de manera religiosa.

Volvamos a tus comienzos con el remo. ¿Cuándo tomaste la decisión de ingresar?
Mi compañero de gimnasio me lo propuso dos veces y le dije que no. Pasó el tiempo y se cansó. Se fue de viaje con la Selección dos meses. En ese momento lo pensé y después yo solo intenté cuatro fin de semana ir al club pero por una u otra cosa no podíamos coordinar y yo dije: “chau el destino no quiere que haga remo”. Al tiempo  fui preguntando a conocidos y me terminé convenciendo. Cuando llegó de la gira le pedí a Sergio que me haga un mapa para que nos encontremos el domingo en el club. Trabajé el sábado a la noche en la panadería y sin dormir me fui al club a empezar a remar.

¿Recordás la primera vez que saliste a remar?
No me voy a olvidar. Tuve que empezar a entrenar con los más chiquitos, en la escuelita de remo y fue el gran Marcos Morales quien me sacó por primera vez a remar. Sin saber nada de remo, ni nadar, lo más cercano que estuve del agua fueron los días de pesca con mi papá.

¿Pasó mucho tiempo para empezar a competir?
Después de tres semanas de estar en la escuelita, el entrenador decidió anotarme en una Regata Promocional de la Universidad del Salvador, en un bote de cuatro personas con un remo largo cada uno y un chico timoneaba. Me acuerdo que la ganamos y Sergio me dijo: “al día siguiente empezas con el equipo oficial del club”. A los seis meses corrí el Campeonato Argentino donde salí  campeón argentino con un bote doble par y al año ya estaba compitiendo en el Mundial en Amsterdam, Alemania.

Cambiaste repentinamente toda tu vida ¿fue fácil?
La verdad que gracias al remo cambié todo. Mi idea era ser panadero trabajar doce horas y de noche  de seguridad en algún lugar. Por otro lado me alejó del mal ambiente nocturno. En este momento mi trabajo es remar al aire libre y en contacto con la naturaleza.

¿Siempre tuviste el apoyo de tus seres queridos?
Mi familia siempre me apoyó desde el principio. Me acuerdo que fue en el 2001, 2002 durante la crisis de Argentina donde no tenía para viajar, ni para comer, pero a pesar de todo nunca faltaba a entrenar. Nada me impedía remar.

Los amigos, las salidas, cumpleaños, tenías que dejar de lado ¿te comprendían en aquel momento?
El sacrificio más duro es que tenés que dejar de lado a los amigos del barrio. A los cumpleaños asistía pero me iba a dormir temprano porque al otro día tenía que entrenar.

¿Dentro del remo tenés un grupo de buenos amigos?
Marcos Morales, el primero que me sacó a remar, Diego Ruíz otro gran amigo. Bueno… hay un montón y decir sólo algunos queda mal, lo bueno del remo es que tenés amigos fuera del país. Es más, estoy invitado a un casamiento de unos amigos en Cuba, algo que hace algunos años era impensado para mí.

Con el remo conocés muchas partes del mundo, ¿recordás la primera vez que pisaste Europa?
Llegar a Europa era imposible hace doce años. Mi sueño era llegar a Alemania y después de un año de comenzar a remar, en el 2001 fuimos a competir a Austria pero hicimos base en Alemania porque queda al lado. Fue increíble, inolvidable.

¿En qué bote te sentís más cómodo?
He remado en la mayoría, tanto por selección como por club. Mi mejor momento es ahora, en doble par con Cristian Rosso. Da mucho placer remar, aunque me siento mucho más cómodo sólo. Creo que lo más difícil es hacer caminar un singles y a mí me resulta muy fácil, entonces si te va bien en singles podes adecuarte a cualquier bote.

Gracias a la dupla con Cristian llegaron a los Juegos Olímpicos de Londres ¿dónde empezó ese duo?
Desde los Panamericanos de Rio 2007 donde fuimos medalla de plata en el cuadruple. En el 2008 competimos en el Preolímpico pero quedamos afuera. Seguí entrenando solo y en 2009 estuve muy cerca de quedar en la final mundial de singles, llegue a estar entre los 10 mejores del mundo y Cristian se me venía acercando a nivel Nacional. No veía la posibilidad de encajar con Cristian pero luego de un tiempo lo pensé y dije ¿por qué no?

¿Cuál era tú duda?
Me iba muy bien en singles, se me hacía difícil volver a adaptarme a otro lugar y pensaba: ¿perderé el tiempo? ¿Para qué voy hacer esto? Pero después de un tiempo dije por qué no voy a probar otra cosa. Nos juntamos en la pista de Tigre con Cristian y la primera salida fue horrible, yo fui de marca y él me seguía, hasta que paramos, e hicimos al revés, él iba de marca y yo lo seguía. Nos dimos cuenta de la diferencia que hacíamos y la comodidad que teníamos.

¿Cómo se prepararon para Londres?
En 2010 fuimos a una World Cup en Suiza y si bien hicimos final C quedando 14° por un error mío, podíamos haber quedado mejor.  Seguimos entrenando para el Mundial de Nueva Zelanda y quedamos muy cerca de entrar en la final, entre los 6 mejores, sin nada de tiempo para entrenar, con lo justo y necesario. En el 2011 nos fue bastante bien en la Copa Mundial y quedamos en la puerta de la final devuelta a milésimas de entrar, entre los 6 mejores.

Siendo vos de San Fernando y Cristian de Mar del Plata ¿cómo hacían para entrenar?
En el 2011 después de la primer World Cup que nos fue muy mal tuvimos la suerte de ir a entrenar con la Selección Francesa. Nos hicieron cambiar la forma de ver el remo, hasta ese momento nosotros movíamos el bote a base de fuerza y nos cambió la mentalidad: comenzamos a mejorar la técnica lo que nos permitió mover más el bote.
   
¿Era la idea llegar al 4to lugar en los Juegos Olímpicos de Londres?
El paso importante era llegar a una final olímpica. Corrimos muy bien el hit quedamos terceros, estuvimos muy cerca de ganar. Después de competir hablamos con Cristian y dijimos que nos tenemos que animar, estamos para más. En la semifinal estábamos convencido que nuestro lugar era el primero, nos salió todo redondito, fue increíble. Después correr esa final entre los mejores del mundo y estar a milésimas de los campeones olímpicos nos mostró donde estábamos parados.

Acá fueron tapa de diarios, eran el tema de conversaciones en todos los canales de televisión y radios deportivas, el país entero los apoyaba, ¿eran consientes del cariño que despertaron en la gente?
Creo que acá fue mucho más de lo que nos llegaba a nosotros en los Juegos. En algún punto nos jugaba en contra todo el apoyo, porque te ponés una mochila que no tenés que ponerte. Por eso después de correr la semi y ver que estábamos en una final olímpica decidimos apagar todo, aislarnos y mentalizarnos en la final, porque no estábamos acostumbrados a todo eso.

Volvieron de los Juegos y tenían que tomar la decisión de continuar o no con la dupla olímpica.
Hablamos con Cristian y decidimos seguir juntos hasta el Mundial de Korea del 2013 porque nuestro punto final era en Londres pero después de la gran hazaña de los Juegos concluimos en darnos un año más para ganar una medalla, porque nos dimos cuenta que una final no es imposible.
¿Cómo es tu actual calendario?
Actualmente viajo cada mes y medio a Brasil porque compito para el Vazco Da Gama con Cristian y tenemos torneos que nos mantienen en un nivel de pretemporada para no perder el hilo de competencia. Estuvimos en el Sudamericano de Chile donde ganamos el cuádruple y el doble, después está el Campeonato Argentino y hay una competencia internar en marzo entre nosotros después sí, ir a la World Cup con todo.

¿Qué va hacer Ariel Suárez una vez que termine de remar?
Primero pienso en seguir disfrutando del remo manteniendo un buen nivel. En Brasil hay remeros de 45 años.  Por otro lado me gustaría ser entrenador de remo, empezaré en mi club entrenando en escuelita, después pasaré a profesional y ahí mi sueño es llegar a la Selección.

¿Por qué les dirías a los chicos que se sumen al remo?
Yo todos los días doy gracias a dios porque hago lo que me gusta.  El remo me sacó de un ambiente indeseable, disfruto mucho de la naturaleza, no estoy encerrado entre cuatro paredes, manejo mis horarios, hago lo que realmente me gusta, me siento un privilegiado de hacer lo que amo: remar.

Con pasta de crack 


Fue la figura del equipo en un partido en el que Vilo pudo dar vuelta y ganarlo por 30 - 22 con una gran cosecha personal de Rodrigo. Mini-Noticias tuvo el placer de hablar con él luego del encuentro y nos contó cómo empezó a jugar este apasionante deporte, cuáles son sus anhelos a nivel personal y grupal y cómo se ve de cara al futuro. 



Rodrigo Saraniti
Categoría: Menores
Handball Vilo

¿Cuánto hace que empezaste a jugar al handball?

Empecé en la escuela, a los ocho o nueve años. Cuando me fui de esa escuela me vine acá, a Vilo, el año pasado.

¿Cómo fue la integración? ¿Cómo te recibió el grupo?

Fue difícil al principio integrarse pero después me trataron muy bien.

¿Por qué elegiste el handball como deporte?

No sé, me gustó mucho. Los otros deportes no me atraían demasiado y el handball me encantó.

¿Tenés ídolos deportivos o referentes en este deporte?

Sí, me gusta mucho Diego Simonet (Central de la Selección Argentina de Handball), a veces miro sus partidos por internet. Es un genio. Además fui a verlo cuando jugaron acá el Panamericano.

¿Cuál es el mejor año, ese que nunca te vas a olvidar?

Este año es el mejor, porque a pasar de que estuvimos en descenso ahora estamos mucho mejor, estamos mejorando un montón y vamos a volver ascender.

¿Qué destacás de este equipo?

Destaco que está muy unido, que nunca hay problemas. Estamos todos muy tranquilos.

¿Y además de compañeros de handball son amigos fuera de la cancha?

Si, obvio. A veces nos juntamos acá en Vilo a jugar. La pasamos bien juntos dentro y fuera de la cancha.

¿Con cuáles de tus compañeros te llevás mejor dentro de la cancha, con cuál hacés las mejores jugadas?

Me llevo bien con todos, pero creo que con los que mejor me entiendo en la cancha son con el central y con el lateral derecho, Juampi y Alejo.

¿Qué es a lo que aspiran este año?

Sin dudas no  volver a descender, cuidar la categoría, mantenernos y sacar la mayor cantidad de puntos posible.

¿Qué cosas te gustaría mejorar a nivel personal y grupal?

Creo que principalmente la defensa, aprender a defender mejor, que es lo más importante, y también enojarme un poco menos. A nivel grupal, no creo que nos falte mucho estamos bien, sólo podría mencionar que le pongamos más garra a los entrenamientos, lo demás está bien.

¿Por qué recomendarías a los chicos que hagan algún deporte y en especial handball?

Recomendaría el handball porque a mí lo que más me gustó del deporte es el contacto que tiene con el rival. Además siempre está bueno hacer deportes para mantenerte bien, en un buen estado físico.

En cuanto al partido de hace un ratito ¿Los retó mucho el técnico en el entretiempo para que tuvieran ese cambio de actitud en el segundo tiempo?

El partido estaba empatado y sí, nos restó un poco, bastante, pero está bien porque estamos en proceso de formación y nos tiene que marcar qué cosas hacemos mal para corregirlas.

¿Cuando el entrenador te marca algo puntual a vos, cómo lo tomás?

Bastante mal, a veces le contesto aunque sé que me equivoco y le tendría que pedir disculpas.

MiniNoticias 65