12 ago 2013
Piezas fundamentales de la 2005
UVAFO sigue creciendo…
Pablo y Ramiro son amigos hace mucho tiempo. Hace 2 años juegan juntos en UVAFO (categoría 2005). Disfrutan de su actualidad en el club de Florida Oeste. Sueñan con jugar en la Primera de Boca y River. Por otro lado serán abogado y arquitecto respectivamente. Y a fin de año según sus palabras serán: CAMPEONES.
¿Chicos de qué equipo son hinchas y quién es su ídolo?
Pablo: soy hincha de Boca pero del club no me gusta ninguno. Me quedo con Messi, ¡es el mejor del mundo!
Ramiro: yo soy hincha de River y me gusta mucho como juega Lanzini y también Messi.
¿Hace cuánto que juegan en UVAFO y por qué llegaron al club?
Pablo: Hace dos años me trajeron mis papás porque yo quería jugar al fútbol con mis amigos (Ramiro y Lucas).
Ramiro: yo estoy jugando hace 4 años ya, y me tajo mi papá porque, quería empezar a jugar en un club y UVAFO está re cerca de mi casa.
¿Qué posición ocupan dentro de la cancha?
Pablo: Siempre fui defensor, me gusta esa posición, me siento cómodo marcando y sacando pelotas para que mis compañeros hagan los goles.
Ramiro: Soy mediocampista pero a veces me ponen como delantero, aunque me gusta más jugar en la mitad de la cancha.
Pablo ¿Es difícil jugar al fútbol?
Pablo: Más o menos. Hay veces que me pongo nerviosos, pero yo creo que con el tiempo se me van a ir los nervios y voy a jugar más tranquilo.
Ramiro ¿Nunca pensaste en jugar en otro club?
Ramiro: Para nada. UVAFO es mi club. Me gusta jugar acá porque estoy rodeado de mis MEJORES amigos: Santiago, Pablo y Lucas.
¿Para ustedes quién es el mejor de la categoría 2005 de UVAFO?
Pablo: Para mí los mejores son: Ramiro y Santiago, porque hacen todos los goles.
Ramiro: Santiago hace todos los amagues y goles y a Pablo no lo pasa nadie en la defensa, son de lo mejor del equipo.
Pablo ¿con qué otras cosas te divertís cuando no estás jugando partidos con UVAFO?
Pablo: Me gusta jugar al básquet, a la mancha y también tirar penales.
Ramiro ¿Cómo es su entrenador?
Ramiro: Muy bueno, me enseñó a amagar, hacer goles y a patear bien los tiros libres, aunque todavía me cuesta pegarle fuerte con la zurda, pero con el tiempo lo voy a lograr.
¿Qué les gustaría ser cuando sean grandes?
Pablo: Futbolista, jugar en Boca y Barcelona y también abogado.
Ramiro: También voy a ser futbolista pero voy a jugar en River y quiero ser arquitecto.
¿A dónde ven a su categoría cuando termine el campeonato?
Pablo y Ramiro (gritan) ¡VAMOS A SALIR CAMPEONES!
Desde y hasta: Paternal-España-Alemania-México-Liniers
Eludiendo el precipicio y encarando el éxito
El actual campeón con Vélez de la Súper Copa Argentina y del Torneo Inicial 2012, Federico “Pocho” Insua, nos contó toda su trayectoria futbolística, haciendo una recorrida por su carrera y recordando los momentos buenos , difíciles y trascendentes que tuvo a lo largo de ella. Pasó por más de 10 clubes, siempre jugando como ese “Cuarto Volante” el “Enganche”, posición que nunca abandonó.
De pequeño tuviste la oportunidad de jugar al baby-fútbol…Así es, mis primeros pasos en el fútbol fueron en el club Gimnasia y Esgrima de Vélez Sarsfield, a los 5 años de edad y donde me dirigía mi papá. Para algunos chicos es una presión extra que su padre lo dirija ¿cómo lo viviste vos?
Era muy chico, lógicamente me gustaba jugar mucho a la pelota y él me guiaba muy bien. Aprendí mucho y siempre me aconsejó de la mejor manera. Él mismo se dio cuenta de mis condiciones futbolísticas, así que no tuve ningún tipo de exigencia extra, sólo lo justo y necesario; primero era el estudio y después el divertimento y la recreación y jugar al fútbol. La exigencia comenzó de grande en ese momento era estudiar y pasarla bien.
¿Poco tiempo estuviste en G.E.V.S.?
Si, sólo tres años hasta que me fui a Parque donde continué toda mi carrera de baby-fútbol, hasta el final.
¿Cómo llegaste a Parque?
Mi papa conocía a Ramón de habernos enfrentado Gimnasia-Parque y le decía que me quería dirigir. Y cuando mi viejo me vio las condiciones necesarias, sumado a que tenía una edad como para aguantar una mayor exigencia futbolística, me llevó al club.
¿No hubo una desesperación de parte de tu papá por llevarte a probar a Parque?
No para nada; me llevó porque era lo que me gustaba y le gustaba ese club.
¿De niño jugaste a otros deportes?
No para nada, mi hobbie era el fútbol y con eso me pasaba el día entero.
Seguiste creciendo y apareció el club Argentinos Juniors en tu vida… ¿Otro cambio drástico?
Mientras cumplía mi etapa de baby-fútbol en Parque, iba a entrenar a Argentinos dos o tres veces por semanas con 9 años. Por mis condiciones futbolísticas entrenaba con la categoría 79, siendo categoría 80…así me la pasaba jugando y estudiando.
¿Cómo fue subir categoría por categoría en las inferiores del Bicho de la Paternal?
A veces era difícil porque no teníamos un lugar fijo para entrenar, pero quienes dirigían le ponían lo mejor y nos exigían lo que necesitábamos. Pero siempre con alegría, insistencia y ganas.
Cuando te pasaba esto todavía eras un niño ¿no se te cruzaba por la cabeza dejar de ir, justamente por la lucha constante?
Por supuesto que no, el sacrificio en ese momento lo hacían los padres que se turnaban en llevarnos a los diferentes lugares de entrenamiento; en mi caso, mi viejo colaboraba con Ramón Maddoni (Coordinador General de las Inferiores de Argentinos Juniors) desde siempre así que nunca sufrí, siempre estuve cómodo y tranquilo.
Esos primeros pasos un poco difíciles pasan a ser largas carreras cuando aparece la cancha de 11…
En Parque terminé a los 13 años y de ahí me enfoqué en cancha de 11, donde todo cambia: se empieza a hablar más de táctica, uno comienza a evolucionar y mis características iban con el club, Argentinos siempre le dio valor al enganche, lo que me facilitó el mejoramiento.
¿Nunca quisiste cambiar de posición dentro de la cancha?
Siempre fue más difícil encontrar un zurdo que un derecho enganche, por eso me gustaba la posición, antes era un “cuarto volante”, así le decían, no entendíamos mucho de la posición, pero eso es mejor porque mientras menos cosas te meten en la cabeza mejor ya que jugás con menos presiones y más libertad. Además jugaba como tercer delantero, me movía con libertad entre los mediocampistas y delanteros.
Llegaste a la Primera División de Argentinos Juniors y del fútbol argentino con tan sólo 17 años… ¿Cómo fue ese debut?
Jugaba en 6ta división categoría con la que salimos campeones, una vez culminado el torneo me va a ver Chiche Sosa (en ese momento Director Técnico de la Primera) y decide subirme a la Primera del Bicho junto al Lobo Ledesma y otros dos compañeros más. Faltando dos fechas debuto contra Independiente. Inolvidable…
¿Nervios, miedos…Los más grandes del Club te dieron consejos?
Más que darme un consejo, los más grandes se pusieron contentos por mí, como me pasa ahora con los que debutan. Muchas veces el mejor consejo es decir pocas cosas, la personalidad de uno va llevándolo a integrarse.
¿Tuviste algún amigo o compañero que no haya llegado porque no aguantó tantas presiones?
Nunca me lo dijeron, siempre se dice: “el que no llegó es el que mejor juega”, pero ¿cómo afirmas, si no lo viste jugar en Primera? Hay un montón de cosas que tiene el fútbol, es una profesión distinta, estás involucrado con la gente, el hincha… no es para cualquiera.
¿Durante toda tu carrera hay algún técnico que te haya marcado?
La formación es lo más importante ya que si no te formas bien no llegás y la enseñanza que me dio mi papá (en el club y en casa), mi mamá y mi hermano (en casa) fue de lo más importante que tengo en mi carrera. Por otro lado Ramón Maddoni, en Argentinos Juniors, fue un entrenador que me inculcó muchísimo de lo que sé hoy en día.
¿En qué momento tomaste la decisión de comenzar a estudiar para ser D.T.?
Es lo que me gusta y sé hacer. Se fue dando. Me lo puse a pensar cuando volví de Turquía, todavía no sé si ejercerlo de un principio, prefiero estar ligado a un puesto como el de ayudante o colaborador.
¿Qué consejo les dejarías a los padres y niños que hoy comienzan en baby-fútbol?
Sobre todo a los padres les diría que estén tranquilos, que hagan que sus hijos vayan viviendo etapa por etapa y si le ven condiciones los aconsejen bien, siempre con respeto hacia los compañeros y que aprendan a jugar este deporte, después llegar o no llegar te lo da las condiciones y el talento sumando a lo que vas incorporando año tras año. Nada de apuros, a mí me tocó en el baby-fútbol ver que los padres se ponen muy nerviosos, piensan que el hijo tiene que “salvar a la familia”, hay que llevarlo tranquilo y luego los chicos van a tomar la mejor decisión.
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