De San Fernando a los Juegos Olímpicos de Londres
Nunca es tarde para remar
Ariel empezó a remar a los 20 años, cuando todos creen que es tarde para arrancar, él subió por primera vez a un bote y hoy en día es el cuarto mejor remero del mundo junto a su compañero marplatense Cristian Rosso. De pequeño soñaba con conocer Alemania y gracias al remo lo consiguió. Actualmente piensa en seguir compitiendo y, por qué no, en algún momento ser Entrenador Nacional.
Ariel Suárez Edad: 32 años Remero del “Club de Remo Teutonia” (2000-actualidad) Selección Nacional (2001-actualidad) Remero del “Club Vasco da Gama” –Brasil, (2010-actualidad) |
¿A los 20 años comenzaste con el remo? ¿Puede ser?
Así es, cuando todos decían que yo era grande para empezar un deporte. En su momento, el entrenador Sergio Guaglianone del Club de Remo Teunonia (donde después comencé a entrenar) mandó a uno de sus chicos, que entrenaba en el mismo gimnasio que yo, a que me convenza para que entre a su equipo de remeros, porque él me veía con muchas condiciones.
¿Qué era de tu vida antes del remo?
Era patovica y trabajaba en una panadería de todos los viernes y sábados por la noche y domingos por medio. Por otro lado, de los 15 a los 20 iba al gimnasio todos los días, de manera religiosa.
Volvamos a tus comienzos con el remo. ¿Cuándo tomaste la decisión de ingresar?
Mi compañero de gimnasio me lo propuso dos veces y le dije que no. Pasó el tiempo y se cansó. Se fue de viaje con la Selección dos meses. En ese momento lo pensé y después yo solo intenté cuatro fin de semana ir al club pero por una u otra cosa no podíamos coordinar y yo dije: “chau el destino no quiere que haga remo”. Al tiempo fui preguntando a conocidos y me terminé convenciendo. Cuando llegó de la gira le pedí a Sergio que me haga un mapa para que nos encontremos el domingo en el club. Trabajé el sábado a la noche en la panadería y sin dormir me fui al club a empezar a remar.
¿Recordás la primera vez que saliste a remar?
No me voy a olvidar. Tuve que empezar a entrenar con los más chiquitos, en la escuelita de remo y fue el gran Marcos Morales quien me sacó por primera vez a remar. Sin saber nada de remo, ni nadar, lo más cercano que estuve del agua fueron los días de pesca con mi papá.
¿Pasó mucho tiempo para empezar a competir?
Después de tres semanas de estar en la escuelita, el entrenador decidió anotarme en una Regata Promocional de la Universidad del Salvador, en un bote de cuatro personas con un remo largo cada uno y un chico timoneaba. Me acuerdo que la ganamos y Sergio me dijo: “al día siguiente empezas con el equipo oficial del club”. A los seis meses corrí el Campeonato Argentino donde salí campeón argentino con un bote doble par y al año ya estaba compitiendo en el Mundial en Amsterdam, Alemania.
Cambiaste repentinamente toda tu vida ¿fue fácil?
La verdad que gracias al remo cambié todo. Mi idea era ser panadero trabajar doce horas y de noche de seguridad en algún lugar. Por otro lado me alejó del mal ambiente nocturno. En este momento mi trabajo es remar al aire libre y en contacto con la naturaleza.
¿Siempre tuviste el apoyo de tus seres queridos?
Mi familia siempre me apoyó desde el principio. Me acuerdo que fue en el 2001, 2002 durante la crisis de Argentina donde no tenía para viajar, ni para comer, pero a pesar de todo nunca faltaba a entrenar. Nada me impedía remar.
Los amigos, las salidas, cumpleaños, tenías que dejar de lado ¿te comprendían en aquel momento?
El sacrificio más duro es que tenés que dejar de lado a los amigos del barrio. A los cumpleaños asistía pero me iba a dormir temprano porque al otro día tenía que entrenar.
¿Dentro del remo tenés un grupo de buenos amigos?
Marcos Morales, el primero que me sacó a remar, Diego Ruíz otro gran amigo. Bueno… hay un montón y decir sólo algunos queda mal, lo bueno del remo es que tenés amigos fuera del país. Es más, estoy invitado a un casamiento de unos amigos en Cuba, algo que hace algunos años era impensado para mí.
Con el remo conocés muchas partes del mundo, ¿recordás la primera vez que pisaste Europa?
Llegar a Europa era imposible hace doce años. Mi sueño era llegar a Alemania y después de un año de comenzar a remar, en el 2001 fuimos a competir a Austria pero hicimos base en Alemania porque queda al lado. Fue increíble, inolvidable.
¿En qué bote te sentís más cómodo?
He remado en la mayoría, tanto por selección como por club. Mi mejor momento es ahora, en doble par con Cristian Rosso. Da mucho placer remar, aunque me siento mucho más cómodo sólo. Creo que lo más difícil es hacer caminar un singles y a mí me resulta muy fácil, entonces si te va bien en singles podes adecuarte a cualquier bote.
Gracias a la dupla con Cristian llegaron a los Juegos Olímpicos de Londres ¿dónde empezó ese duo?
Desde los Panamericanos de Rio 2007 donde fuimos medalla de plata en el cuadruple. En el 2008 competimos en el Preolímpico pero quedamos afuera. Seguí entrenando solo y en 2009 estuve muy cerca de quedar en la final mundial de singles, llegue a estar entre los 10 mejores del mundo y Cristian se me venía acercando a nivel Nacional. No veía la posibilidad de encajar con Cristian pero luego de un tiempo lo pensé y dije ¿por qué no?
¿Cuál era tú duda?
Me iba muy bien en singles, se me hacía difícil volver a adaptarme a otro lugar y pensaba: ¿perderé el tiempo? ¿Para qué voy hacer esto? Pero después de un tiempo dije por qué no voy a probar otra cosa. Nos juntamos en la pista de Tigre con Cristian y la primera salida fue horrible, yo fui de marca y él me seguía, hasta que paramos, e hicimos al revés, él iba de marca y yo lo seguía. Nos dimos cuenta de la diferencia que hacíamos y la comodidad que teníamos.
¿Cómo se prepararon para Londres?
En 2010 fuimos a una World Cup en Suiza y si bien hicimos final C quedando 14° por un error mío, podíamos haber quedado mejor. Seguimos entrenando para el Mundial de Nueva Zelanda y quedamos muy cerca de entrar en la final, entre los 6 mejores, sin nada de tiempo para entrenar, con lo justo y necesario. En el 2011 nos fue bastante bien en la Copa Mundial y quedamos en la puerta de la final devuelta a milésimas de entrar, entre los 6 mejores.
Siendo vos de San Fernando y Cristian de Mar del Plata ¿cómo hacían para entrenar?
En el 2011 después de la primer World Cup que nos fue muy mal tuvimos la suerte de ir a entrenar con la Selección Francesa. Nos hicieron cambiar la forma de ver el remo, hasta ese momento nosotros movíamos el bote a base de fuerza y nos cambió la mentalidad: comenzamos a mejorar la técnica lo que nos permitió mover más el bote.
¿Era la idea llegar al 4to lugar en los Juegos Olímpicos de Londres?
El paso importante era llegar a una final olímpica. Corrimos muy bien el hit quedamos terceros, estuvimos muy cerca de ganar. Después de competir hablamos con Cristian y dijimos que nos tenemos que animar, estamos para más. En la semifinal estábamos convencido que nuestro lugar era el primero, nos salió todo redondito, fue increíble. Después correr esa final entre los mejores del mundo y estar a milésimas de los campeones olímpicos nos mostró donde estábamos parados.
Acá fueron tapa de diarios, eran el tema de conversaciones en todos los canales de televisión y radios deportivas, el país entero los apoyaba, ¿eran consientes del cariño que despertaron en la gente?
Creo que acá fue mucho más de lo que nos llegaba a nosotros en los Juegos. En algún punto nos jugaba en contra todo el apoyo, porque te ponés una mochila que no tenés que ponerte. Por eso después de correr la semi y ver que estábamos en una final olímpica decidimos apagar todo, aislarnos y mentalizarnos en la final, porque no estábamos acostumbrados a todo eso.
Volvieron de los Juegos y tenían que tomar la decisión de continuar o no con la dupla olímpica.
Hablamos con Cristian y decidimos seguir juntos hasta el Mundial de Korea del 2013 porque nuestro punto final era en Londres pero después de la gran hazaña de los Juegos concluimos en darnos un año más para ganar una medalla, porque nos dimos cuenta que una final no es imposible.
¿Cómo es tu actual calendario?
Actualmente viajo cada mes y medio a Brasil porque compito para el Vazco Da Gama con Cristian y tenemos torneos que nos mantienen en un nivel de pretemporada para no perder el hilo de competencia. Estuvimos en el Sudamericano de Chile donde ganamos el cuádruple y el doble, después está el Campeonato Argentino y hay una competencia internar en marzo entre nosotros después sí, ir a la World Cup con todo.
¿Qué va hacer Ariel Suárez una vez que termine de remar?
Primero pienso en seguir disfrutando del remo manteniendo un buen nivel. En Brasil hay remeros de 45 años. Por otro lado me gustaría ser entrenador de remo, empezaré en mi club entrenando en escuelita, después pasaré a profesional y ahí mi sueño es llegar a la Selección.
¿Por qué les dirías a los chicos que se sumen al remo?
Yo todos los días doy gracias a dios porque hago lo que me gusta. El remo me sacó de un ambiente indeseable, disfruto mucho de la naturaleza, no estoy encerrado entre cuatro paredes, manejo mis horarios, hago lo que realmente me gusta, me siento un privilegiado de hacer lo que amo: remar.
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