Armadora dentro y fuera de la cancha
Amor y pasión por el deporte
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| Antonela Curatola |
Antonela Curatola, actual armadora del primer equipo de vóley femenino de Vélez, está pasando un gran momento deportivo ya que consiguió quedar en la historia del deporte nacional tras conseguir, luego de 12 años, la clasificación de la Selección de Vóley Femenina al próximo Mundial de esta disciplina, que se llevará a cabo el año que viene y tendrá como sede Italia. En esta nota en exclusiva con Mini Noticias nos cuenta cómo es ser idolatrada por muchas niñas pero a la vez seguir buscado siempre mejorar su performance y su rendimiento.
No podemos comenzar de otra forma más que preguntándote ¿cuáles son tus sentimientos luego de haber logrado la clasificación al Mundial de Italia 2014 luego de 12 años sin lograrlo y cómo es ser parte de esta Selección Nacional de Vóley?
Felicidad enorme. Después de muchos años de estar a nivel internacional, es importante para nosotras como para todas las chicas que vienen desde atrás en todos los clubes de nuestro país.
¿Por qué no se conseguía éste gran nivel hasta ahora?
Faltaba un proceso formativo. Yo estoy de los 12 años en la Selección y tuvimos muchos entrenadores, y por un lado está bueno y por otro no, porque hay que mantener un grupo de jugadoras. Este cuerpo técnico, formado por Horacio Bastit y Orduna, están hace seis años y lograron mantener un margen de jugadoras, lo que permitió una unión deportiva que ayudó a perfeccionar el juego.
¿Qué se sintió clasificar en casa, nada más y nada menos que en San Juan una de las provincias argentinas donde más se siente el vóley?
Estuvo bárbaro, nunca me tocó jugar con la Selección en Argentina y tener a nuestros familiares, amigos y conocidos gritando todo el tiempo, era increíble, una sensación hermosa y única.
¿Por qué empezaste a jugar al vóley?
Desde un principio me encantó. Me enamoré. De chiquita hacía natación, pero tenía un problema en el oído y no me pude operar. Después arranqué con patín, hacer figuras y tener un tutú son cosas que de niña me gustaban hacer, hasta que empecé a jugar al vóley con mi papá y mis tíos, y como me iba bien y soy fanática y socia de Vélez elegimos ese club para comenzar mi entrenamiento.
Fanática, hincha y socia de Vélez Sarsfield ¿qué se siente formar parte de una institución tan grande a nivel deportivo y social?
Es mi casa, le tengo un amor bárbaro, pasé por Boca, Bell City (Córdoba), pero siempre siento el cariño que me brindan las chicas y los técnicos de Vélez.
Debutaste de pequeña en la primera del club pero siempre por compromisos con la selección tenías que estar fuera del equipo.
Es verdad, era sub 18 y ya estaba con el plantel de primera y no tuve la oportunidad de vivir un año entero en Vélez, pero siempre tengo una onda bárbara tanto con las chicas como con los DTs y dirigentes.
A nivel deportivo te perdiste partidos con tu querido Fortín y a ¿nivel social? ¿Tuviste que dejar de lado cumpleaños, salidas, viajes con el colegio?
Hablando de viaje, el de egresado no lo pude hacer porque tenía el Sudamericano con la Selección Mayor así que no pude. Igual tengo a todas mis amigas en el club y mi novio también juega. Lo único que en fiestas de cumpleaños me tenía que ir temprano porque sabía que al otro día tenía partido.
¿Por alguno de estos motivos o por gusto propio, nunca pensaste en abandonar el vóley?
Nunca se me cruzó dejar hasta el día de hoy. Siempre tuve el sueño de vivir de esto y ahora que puedo no me arrepiento. Estudié nutrición en la UADE, pero por estar poco tiempo en Argentina no puedo cursar bien, lo puedo hacer a distancia pero no es lo mismo, una vez que me retire terminaré de estudiar pero por el momento enfoco todo mi empeño en mi club.
¿Pensás en el retiro ya?
No, no, no, todavía tengo energía. Seguramente seguiré hasta los 30. Por ahora no veo cuando terminar. Es difícil estudiar y ser jugadora profesional.
Jugadora profesional que llegó a España con 19 años, a vivir una experiencia nueva ¿cómo fueron los primeros días de adaptación?
Me fui un 10 de octubre a España, a los pocos días ya me hice amiga de las chicas del club, quienes me recibieron muy bien. Fue mi primera experiencia viviendo sola, me adapte súper bien, estar lejos cuesta pero es un logro importante.
Después decidiste que tu destino estaba en Alemania ¿a qué se debió esta decisión?
Pase a Alemania porque la Liga Española no estaba muy fuerte. Otras de las razones que me impulsaron a tomar la decisión fueron que el DT era argentino y había muchas latinas en el plantel por lo que no me iba a costar adaptarme.
¿Qué enseñanzas te dejó el paso europeo?
En España en lo deportivo me tocó jugar, ser “la estrellita del equipo”, lo viví bien pero el entrenamiento era pobre, sólo ocho jugadoras. Mientras que en Alemania me tocó ser suplente pero en los entrenamiento me fue mejor, éramos 12 chicas fuertes lo que me ayudó a mantener un gran nivel, quedamos tercera. Experiencias diferentes pero muy buenas.
¿Y qué te depara lo que resta del 2013?
Ahora decidí quedarme en Vélez ya que tengo una fascitis plantar en los dos pies, y prefiero tratarme con mis médicos y kinesiólogos, eso será hasta diciembre por lo menos. Se me produjo hace unos meses en Alemania y las causas puede ser muy variadas: el estrés, algo genético o el calzado.
¿Recordás la primera convocatoria que tuviste al Seleccionado de vóley femenino?
Diciembre 2004. Medía casi lo mismo que ahora, era un grupo muy homogéneo, el cual se mantuvo a pesar de las diferentes camadas y las jugadoras que lo componían. Ese primer día de entrar al CeNARD, lugar donde entrenan los mejores deportistas de Argentina, fue increíble.
¿Qué crees que faltaría para impulsar la convocatoria en el vóley femenino?
Haría falta televisar más los partidos, como lo hicieron con el Pre-Mundial, y un seguimiento de los partidos a nivel internacional ayudaría a que las chicas sientan la pasión que sentimos nosotras cuando jugamos con la celeste y blanca.
¿A nivel formativo, profesionales, ayuda médica, están las condiciones fundamentales para los entrenamientos?
Por supuesto con lo mejor, desde entrenadores, cuerpo médico, en las menores se ve tanto ya que no se precisa un gran enfoque, pero en las mayores se puede entrenar con tranquilidad.
¿Tuviste referentes, ídolos en todo éste trayecto?
Por supuesto todavía recuerdo el Mundial 2002 donde se destacó Pinedo, una gran jugadora a quién tiempo después la pude ver y decirle todo lo que significaba para mí. El tiempo me trajo más felicidad ya que pude compartir cancha con ella.
Ahora vos pasaste a ser esa referente deportiva…
Sí, es hermoso, ya lo estoy sintiendo. La primera vez que vine a Vélez una madre se me acercó preguntándome si su hija y una amiguita podían sacarse una foto conmigo porque me veían jugar en la selección y el club. Siempre se siente el cariño de la gente.
Cumpliste muchas metas y expectativas ¿qué sueños te quedan por cumplir?
Vestir la celeste y blanca lo sueña cualquier deportista, y lo logré, espero ahora jugar el mundial (Italia 2014), y llegar a un Juego Olímpico.
¿Hay algún año de pequeña que te haya quedado en la memoria?
Por supuesto: 2007 y 2009, sub 16 y sub 18, campeonas de la Copa Argentina, primera vez en la historia que se conseguían.
¿Pensás dedicarte a ser entrenadora?
Me gustaría enseñar a las más chiquitas, para que se inicien conmigo.
¿Hay técnicos que te hayan marcado en tu vida deportiva?
En Vélez, Christian López Albarellos y Guillermo Nazabal, con ellos dos prácticamente me inicié en el vóley. Y Orduna que fue quien me convocó en el 2004 para formar parte de la Selección.
¿Cómo es la relación entre DT hombre y un grupo de 15 mujeres?
Hay de todo, están los que son más locos y menos locos, por suerte a mí nunca me tocó un grupo problemático, además el hombre pasa por arriba los problemas entre mujeres, en cambio si hubiera una entrenadora mujer puede ser que sea más difícil de dirigir, ya que en un grupo de mujeres siempre hay algún altercado.
¿Cuál es el consejo que le diría Antonela Curatola a todos los pequeños deportistas y a los padres?
Si realmente les gusta hagan todo lo posible por cualquier sueño que tengan: jugar un partido en su club, vestir la celeste y blanca, llegar a Europa, etc, persigan sus sueños. A los padres apóyenlos, porque si tiene una aspiración buena en el deporte hay que fomentarlo sin descuidar por supuesto el estudio.
