De suplente a DT indiscutido
El César de nuestros Gladiadores
A pesar de que “Dady” como jugador haya empezado con el pie izquierdo en el handball, pudo pasar los diferentes obstáculos que le puso la vida y nunca bajó los brazos y luchó hasta convertirse en el DT de “Los Gladiadores Argentinos”, equipo nacional de handball que batió todos los records nacionales e internacionales.
Eduardo Gallardo |
¿Cuándo comenzó tu vida deportiva?
Empecé de grande. Hacía handball y fútbol en la escuela. A los 16 años, como no realizaba ninguna actividad extra curricular, mi mamá me dijo que vaya al club a probar algún deporte. Y como el handball no me parecía muy difícil fui ahí. Al poco tiempo que comencé tuve un problema en el corazón y tuve que parar. Por suerte mejoré, evolucioné bien y comencé el profesorado de educación física.
¿Cuál era tu nivel de handball como jugador?
Nunca fui muy bueno, era suplente, y fue eso lo que me motivó más a estudiar el profesorado. Mientras era jugador, muchas veces tuve ganas de dejar de jugar ya que no tenía continuidad, pero el padre de Guido Ricoveli (entrenador mío) me llevó a la Primera de River Plate (ya había adquirido un mejor nivel deportivo) y ahí me decidí a seguir jugando.
¿No fue nada fácil estudiar el profesorado no es así?
Me anoté para estudiar en el club GEBA y cuando iba a empezar cierran el profesorado. A todo esto cuando tenía 12 años tuve un accidente en moto y me falta un pedazo de gemelo, puedo caminar normal pero me quedó una gran cicatriz. Por ésta marca no podía estudiar sin tener un certificado y tuve que ir a Sanidad Escolar. Luego de conseguir eso empecé la carrera en IPEF y la terminé en U.A.I.
Un accidente, después un problema en el corazón, todo te pasó cuando eras muy joven pero a pesar de todo continuaste en el deporte.
Accidente a los 12 y pericarditis a los 17. Pero todo eso te va fortaleciendo. El handball me gustó desde siempre y el destino me fue guiando hacia mi lugar en el mundo y para eso me fui preparando con paciencia y esfuerzo.
Empezaste a jugar de joven pero comenzas- te a dirigir con tan sólo 18 años.
Así es, había una bacante en River Plate en lo que era escuelita de handball, ahí empezamos a dirigir junto a otro compañero, mientras hacia el profesorado. Al año siguiente había que oficializar quien quedaba como entrenador así que tiramos la moneda y gané. El sueldo se dividía en dos, pero el que fichaba era yo.
¿Cuáles eran tus expectativas como DT?
Siempre tuve como expectativa llegar a la Selección Nacional ya que como jugador no pude. Tuve la suerte de capacitarme con viajes al exterior que iba haciendo con las diferentes categorías del club y mientras seguía adquiriendo experiencia y me iban asignando a las divisiones más competitivas. Así es como finalmente asumí la dirección de la Primera División de River Plate. Después de varios años, en 2006, empezamos a entrenar a la Selección Juvenil.
¿Tuviste que postergar muchos viajes, salidas, o cumpleaños de amigos por el deporte?
Sí, pero nunca me afectó porque venía de familia de club, desde chico cuidé mi imagen. Por ejemplo, el viaje de egresados no lo pude hacer y terminé en las Termas de Río Hondos con mis viejos.
¿Dady tuviste algún colega que te haya marcado como entrenador?
Todos me enseñaron algo, tanto de lo que tengo que hacer y lo que no tengo que hacer. Enrique Menéndez (ex DT Selección) armó un taller para los más íntimos, aquellos a los que él les vía futuro de selección, y nos enseñaba todo lo que sabía y necesitábamos. Pero todos te van marcando en realidad, de lo bueno y lo malo siempre aprendes.
Sos uno de los pocos que vive de ser DT, ¿Crees que el resto necesita de amor por el deporte para ejercerlo?
El amor y la pasión siempre están aunque ganes o no dinero. Soy uno de los pocos, porque trabajo en uno de los mejores clubes de Argentina, también en la Selección y por otro lado realizo clínicas de handball.
¿Puede ser que sea una traba el amateurismo en el handball?
Creo que mientras el deporte sea amateur va a crecer hasta cierto punto. Hay que invertir mucho en los chicos, porque juegan un mundial juvenil y otro, pero después tienen que volverse al interior y no tienen el respaldo monetario suficiente para continuar. Hasta que no tengamos una estructura acorde a un deporte de elite, hacer un salto de calidad va a ser difícil.
Cuándo dijeron: Eduardo Gallardo será preseleccionado como uno de los mejores entrenadores del mundo por la Federación Internacional de Handball ¿Cómo te enteraste?
Me enteré en los Juegos Olímpicos mediante un mensaje de Staffan Olsson DT sueco en el que me puso: “Dady te voy a votar” y yo me quedé pensando “¿a dónde me va votar?”, ahí me fijé en internet y me enteré que estaba ternado a ser uno de los mejores DT del mundo. Creo que fue un reconocimiento al trabajo de muchos años de mi equipo, a la evolución del handball a nivel nacional y los logros conseguidos tanto con la Selección Juvenil y como con la Mayor.
¿Atribuís éste reconocimiento de la IFH al trabajo en equipo?
Sin dudas. Nosotros (mi cuerpo de trabajo) decimos que no hay que imponer las cosas sino convencer. Yo tengo la función de cabeza de grupo pero cada uno tiene su lugar, su opinión, se respeta tanto mi bajada de línea como sus resoluciones.
Con reconocimientos de toda índole a nivel nacional e internacional, ¿cómo controlan los jugadores la presión argentina de ganar y ganar?
Los jugadores están convencidos de que no hay nada imposible. Por lo menos eso le transmitimos. Cuando jugamos contra equipos grandes nos preparamos para ganar, la mente y el físico tienen que estar preparados para todo.
Dady tuvieron un 2013 con muy poco roce internacional, pero llega a su fin y comienza un 2014 cargado de competencias.
Tuvimos un año demasiado tranquilo para mi gusto, estamos viendo de hacer una concentración en Francia a fines de octubre para juntarlos con los chicos de Europa. Y el próximo año se vienen los juegos OdeSur, que hay que ganarlos, y el Panamericano clasificatorio al Mundial, que también hay que ganarlo…
“Hay que ganarlo” ¿Es la frase correcta en estos momentos?
Pasa que se levantó mucho la vara. Ahora hay que jugarle de igual a igual y ganarle a todos los equipos con los que nos enfrentamos, eso pasa en un país exitista como el que tenemos. Pero estamos trabajando muy duro con los jugadores.
Eduardo Gallardo consiguió como entrenador de la Selección Nacional de Handball lo que nunca nadie había conseguido: medallas, clasificaciones, reconocimientos ¿cómo te sentís con tantos éxitos profesionales?
Estoy tranquilo, sé que éste es un cargo temporal y el día de mañana no voy a estar más. Todos destacan la humildad del equipo. Me crié en un club y una familia contenedora, donde me enseñaron los valores necesarios para ser una buena persona: esfuerzo, sacrificio, respeto y humildad van por sobre todo. Ni cuando te vas sos el peor, ni cuando venís sos el mejor. Hay que saber controlar y disfrutar los momentos.
¿Cuál es el consejo que Eduardo Gallardo le da a los padres de nuestros pequeños deportistas?
Dejen ser a sus hijos. Permitan que se desa- rrollen como corresponde. Mi hijo mayor juega al vóley y lo voy a ver fascinado, los otros dos juegan al handball y los acompaño siempre. Yo sé que van a ser lo que más deseen y mientras sean felices recibirán mi apoyo. Hay que ser pacientes y enseñarles que si uno se sacrifica y no consigue algo fue porque no era el momento adecuado.
¿Qué le dirías a los niños como el jugador que fuiste y entrenador que sos?
Y a los chicos les diría que disfruten lo que hagan, tengan objetivos pero sepan que no es la muerte el deporte, la vida pasa por ser feliz y no por ser campeón.
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