29 may 2013

La vuelta al mundo en 20 años


Vida y obra de un campeón internacional


Futbolista oriundo de Merlo, provincia de Buenos Aires. Se crió, como todo chico de barrio, jugando en la canchita de la esquina de su casa con amigos, primos y vecinos. Siempre soñó con llegar a lo más alto y en ningún momento de su vida bajó los brazos para conseguirlo. Desde Zona Oeste un enlace con recorrido y delicadeza, mente abierta y, por sobre todo, un gran padre de familia: Marcelo “El Muñeco”  Gallardo.



¿En qué equipo comenzaste a jugar de niño?
Como todo chico de Merlo empecé en la vereda, en la calle, con mis amigos. Vengo de una familia muy futbolera, mirar y escuchar fútbol era algo normal, también acompañar a mi padre a sus partidos. Mi papá no llegó a ser un futbolista profesional pero si jugó en fútbol amateur.

Antes era más juego y diversión de chico…
Claro, recién a los 6 ó 7 años mi primo me llevó a probarme a Deportivo Italiano y no casé una, a los dos minutos que entre me pegaron dos pelotazos y me fui.
Dos años después a los 8 ó 9 años se me despierta esa pasión y empecé a jugar con mayor continuidad.

Era hora de comenzar a jugar ¿cuál fue la primera institución?
El club de mi barrio, el Nahuel de Merlo, ese club me vio crecer en baby-fútbol, me fueron a buscar en la canchita del barrio y me ofrecieron para que juegue para el club. Todos esos años los disfruté muchísimo, tanto yo como toda mi familia, porque se hacían unas largas tardes en el club o de visitante, y había una gran afinidad entre todos los padres. Me dejó un recuerdo muy lindo.

¿Hay más presiones hoy en día?
Si, tanto en la parte técnica como en que todos quieren ganar (padres y entrenadores), todos se quieren meter dentro del partido; pero también será porque a mí no me gustaba que se metan, que me griten, que me corrijan todos  los errores.

Tu carrera de baby-fútbol ¿fue toda en el Nahuel?
Si, hasta el último año, porque fue ahí donde comencé en las infantiles de River y mientras vestía la camiseta de Estrella de Maldonado, club de una liga de Capital. Jugaba dos partidos en el día, uno en mi barrio, en Merlo, y por la tarde viajaba hasta capital. Si me decían de jugar 3 partidos lo hacía, me fanaticé muchísimo por el fútbol.

¿Cómo llegaste a River Plate, a quién se le ocurrió llevarte a probar?
Unos amigos de la familia fanáticos de River tenían la ilusión de llevarme a probar a River.

¿En esa época no eras tan hincha de River Plate no es así?
El 90 % de los parientes  era hincha de River, pero cuando me empezó a gustar el fútbol tenía a mi viejo hincha de San Lorenzo, a otros tíos hinchas de Independiente y Racing, así que pasé por muchas canchas… hasta que llegué a River, desde ahí no había nadie que me podía influenciar.

¿Nervios en la prueba de ingreso a River Plate?
Nervios no sé, pero ansias, presión por llegar a un club grande de la Argentina. La primera vez fue un martes a fines de septiembre o principios de octubre, éramos 50 chicos de prueba más los del club, que redondeaban un total de 80 chicos. Pasó toda la tarde, se probaron todos, y todavía no me llamaban. Mi papá me fue a buscar dos veces y yo seguía sentado esperando mi oportunidad. Era un poco frustrante porque el día se estaba terminando, las luces del estadio comenzaban a encenderse, y cuando quedaban 10 minutos el técnico me dice: “discúlpame me olvide de vos, entrá y jugá”. En ese pequeño rato tenía que demostrar todo. Los primeros 5 minutos no la toqué, porque jugué para los chicos del club; ahí le pedí al DT que me pase al otro equipo, pero me dejó en el equipo de River y empecé a tocarla. Lo poco que aparecí, parece que le gustó al entrenador y me pidió que volviera el jueves para que tuviera más minutos dentro de la cancha. Llegué el jueves, jugué y me ficharon. Por eso hay que tener esperanzas, porque si yo hubiese tenido debilidad y no hubiese esperado, no sé si mi futuro sería el mismo.

¿De merlo a Núñez  todos los días, nunca dijiste: “basta mucho viaje, dejo todo”?

Me tomaba dos colectivos y un tren, dos horas de ida y dos horas de vuelta, más el colegio cuando iba por la mañana, llegué a sentir cansancio. Pero cuando uno hace lo que le gusta, se esfuerza por conseguir lo mejor.

¿Cómo hacías para prestar atención en el colegio, no faltar mucho, aprobar…?
Lejos estuve de ser el chico 10, siempre con apoyo de mis viejos, cuando estaba cansado no iba y cuando podía estudiar rendía las pruebas. Fui un joven con promedio medio, no me destacaba, pero siempre prestándole atención a los deberes.

¿Amistades, salidas, cumple-años y jugar en la primera de River, te entendían tus amigos las ausencias?
Creo que tuve el apoyo de todos, tanto de la familia como de mis amigos, porque se me dio todo muy rápido, dejé de lado un montón de cosas para enfocarme en mi carrera. Ojo, no me arrepiento de perderme cumpleaños o salidas porque traté de disfrutarlo cuando los horarios me lo permitían. Con el tiempo uno se va dando cuenta que hubo que dejar cosas de lado, para tomar otras.

Llegar a primera división con 17 años ¿cómo hacía un joven para no sentir presiones?
El día anterior y en la previa no sentí ni un poco de nervios, era raro porque sentir miedo antes de un acontecimiento trascendente en mi vida sería normal, pero jugué un muy mal partido (ante San Lorenzo en torneo de verano). Después tuve que esperar hasta el torneo Clausura, en el 2-0 en el Monumental, ante Newell´s. Ahí todo fue diferente con el apoyo de todos los compañeros.

¿Destacás alguno de los entrenadores que pasaron por tu vida?
De chico a todos, por el respeto, la enseñanza y el cariño que me brindaron, hasta mi viejo que fue entrenador mío (era al que menos le hacía caso, pero estuvo en mi etapa deportiva). Muchas veces hasta se llegaba a dar una relación paternal, por eso recalco mucho la docencia, debería haber más docentes y no tanta presión por ganar y sí desarrollar mejores personas.

Marcelo Gallardo padre de familia ¿se programó en tiempo y forma?
Me casé a los 21 años con mi actual señora y mi novia de toda la vida. Ella  me vio jugar al baby-fútbol, es la persona que me conoce de siempre y me seguirá acompañando durante toda mi vida.

¿Ser DT luego de retirarte del fútbol ya estaba en tu cabeza?
Estaba terminando mi curso cuando estaba jugando mi último año, ya sabía que era ese mi futuro profesional. No pensé que iba a comenzar tan rápidamente, pero la decisión la tenía que tomar y por suerte fue la mejor.

¿Qué consejo le daría a los niños Marcelito que jugó al baby-fútbol en Nahuel y disfrutó de esa etapa, y qué le diría Marcelo Gallardo el hombre de familia a los padres?
No puedo dar un consejo diferente al que me haya tocado vivir. Mi experiencia de vida donde me dieron la libertad dentro de las posibilidades que teníamos de tomar las decisiones que mejor me convenían, a pesar de venir de una familia humilde nunca sentí la presión de mis padres de tener que seguir algo donde después de un tiempo no me iba a gustar más. Por otro lado los chicos viven con sueños, ilusiones, cosas que se generan normales y tiene que seguir de la misma forma, ellos formaran su propio futuro.


Es el momento de que compartas la interesante entrevista que nos brindó, mirala...





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