Este año se disputaran los Juegos Olímpicos, la sede será Londres, Inglaterra. En nuestra gran camada de atletas tenemos a Jennifer Dahlgren, lanzadora de martillo. Una destacada deportista que siempre luchó por lo que quiso y jamás se rindió ante la adversidad.
¿Cómo eras de niña?
Según mi mamá era atrevida. Típica chica que hacia macanas, nunca nada grave, pero siempre alguna travesura hacia. Peleas con mis hermanos (tengo uno mayor y otro menor).
¿Cuándo empezó tu camino deportivo?
Empecé a los 5 años en un club en Estados Unidos jugando al fútbol, básquet, softbol, natación, tenis, atletismo… ¡hice de todo!
¿Por que pasaste por tantos deportes?
Siempre me prendí en todos los deportes, además era muy activa y mis papás querían que nosotros hagamos deportes porque consideraban que era muy importante para el desarrollo social del chico
¿Los presionaban?
No diría que fue presión, sino que mis papás nos decían (a mis hermanos y a mí) “hoy vamos a hacer tal cosa, o a realizar tal deporte”, era parte de nuestras vidas realizar actividad física, tuve una infancia súper activa.
¿Les inculcaron alguna actividad en particular?
No les importaba qué deporte hagamos, lo que querían era que disfrutemos lo que realicemos.
¿Sabiendo que tu madre fue atleta olímpica te ponías una presión extra vos?
Una vez que yo tuve a la posibilidad de llegar a un Juego Olímpico me acerque a ella y le pregunte: “¿vos fuiste a un Juego, me podrías decir que se siente?”. Pero fuera de eso nunca me sentí presionada, ni tampoco me puse metas en particular, ni, mucho menos, me comparaba con ella.
¿En qué momento apareció el Martillo en tu vida?
Comencé con tres disciplinas a la vez: bala, disco y martillo, a los 15 años. Por gusto personal dejé los deportes grupales: me cerraba más la idea del esfuerzo individual y el resultado individual, porque cuando es un deporte grupal se busca culpar a uno y no es justo. Entonces comencé a hacer atletismo y mi amor con el martillo fue progresivo. Me enganché porque hice muchos amigos en este deporte, conocía lugares distintos, tenía conocidos por todo el mundo y eso me atraía muchísimo.
¿Qué recordás de tu primer Mundial?
El primero fue el Mundial de Menores en Hungría, lo disfruté muchísimo, y lo destaco por sobre el resto porque me hice amiga de Valerie Adams, campeona del mundo en lanzamiento de bala. Ella es de Nueva Zelanda, no nos vemos nunca pero en los torneos hay muy buena onda.
¿Tenés referentes?
Cuando empecé a hacer atletimo Marion Jone participaba de los Juegos Olímpicos de Sidney y en ese momento era ejemplar.
Hoy en día el ejemplo, la referente sos vos ¿Cómo te sentís con eso?
-Si soy referente en lo deportivo bárbaro. Pero trato de ser un ejemplo para las mujeres porque yo luché muchísimo en mi adolescencia por mi imagen, una quiere ser una más y no resaltar, pero hoy en día esa diferencia tiene sus frutos. No dejé que nada me tire atrás y continué con todo lo que me hacía y me hace vivir: el deporte.
¿Pensaste en abandonar alguna vez?
Lo que ellos usaban como negativo en el colegio para cargarme, yo sabía que no lo podía cambiar, entonces el deporte fue lo que me salvó porque ponía todo lo positivo para competir, ganar y mejorar.
¿El viaje que no te vas a olvidar?
Uno de los torneos más lindos que pasé fue un juvenil en Jamaica, primero por el lugar y éramos tres atletas lanzadores argentinos entre ellos German Lauro (hoy uno de los mejores). Salí 5ta en ese torneo y después fuimos a la playa y pudimos conocer un lugar increíble. Otro que tampoco voy a olvidar es el torneo en el que estuve menos de 24 horas. Fue en Dakar competí y me fui, no siempre te da el tiempo para conocer todo.
¿Cómo repartías tus horarios entre amigas y deporte?
Ya tenía amigas en atletismo lo cual me ayudaba mucho porque mis compañeras de colegios salían a bailar y yo no era mucho de trasnochar los viernes, sólo quería descansar por las semanas agotadas que tenía. No entendían porque yo le daba prioridad a los torneos y no iba al cumpleaños de 15 de una de ellas.
¿Primer Juego Olímpico?
Atenas. No pensaba llegar, pero con 20 años llegué. Fue un acontecimiento en mi vida, hice un clic donde dije: “esto puede ser mi vida, mi carrera”.
¿Otras cosas no hacías fuera del deporte?
Estudiaba profesorado de inglés en Estados Unidos y el martillo no lo veía tan posible.
¿De qué manera podías realizar tantos viajes y tener todos los materiales a tu disponibilidad?
El apoyo económico no lo tuve nunca. Siempre estuvo atrás mío el “Banco de Papá y Mamá” quienes me compraron todos los materiales, viajes y demás. Recién ahora después de 12 años de carrera puedo decir que tengo una estabilidad donde no tengo que depender de nadie.
¿Cuántos juegos más podremos disfrutar de tus lanzamientos?
Río de Janeiro 2016 seguro, después veré… porque es mucho desgaste físico y es mucho tiempo, todo puede cambiar, lo ideal sería llegar al del 2020 pero nada en la vida es seguro.
Estudiar, entrenar, estudiar, entrenar ¿cómo mantenías el ritmo?
Cuando me pongo a pensar como hacia en ese momento ¡no lo sé! porque iba doble escolaridad, salía a las cuatro, después iba a entrenar, llegaba a mi casa estudiaba un poco y a las 10 estaba dormidísima. Sólo en los momentos de exámenes paraba un poco con los entrenamientos porque la prioridad siempre fue estudiar. Cuando estuve en la facultad también era un ritmo muy difícil de seguir pero necesitaba mantener un nivel académico alto para seguir compitiendo.
Una vez recibida volví a Argentina y con mi profe, Marcelo, aumentamos los entrenamientos
¿Qué consejo le darías a los niños y niñas que no se animan a realizar deportes?
El mayor consejo que les puedo dar es ¡anímense! no tienen nada que perder, cualquier deporte es bueno para hacer. Los sacrificios que uno hace en el deporte no se comparan con nada y disfruten de cada momento todo lo que pueden.