La Selección Argentina de Handball Masculina de, nuestros queridos GLADIADORES, cuentan con un integrante que nació y se crió en el partido de Vicente López, Facundo Cangiani.
El hoy extremo del seleccionado se formó como deportista en su colegio de la calle Florida y en la actualidad brilla en River Plate. Su futuro lo proyecta con entusiasmo y firmeza: se imagina vistiendo alguna camiseta europea. Facundo “Fafa” Cangiani vida y obra de un luchador.
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Nombre: Facundo Cangiani
Jugador de River Plate
Jugador de la Selección Argentina de Handball
2008 Campeón Panamericano Selección Juvenil en Blumenao (Brasil)
2010 Puesto 11 en el Mundial de Túnez con la Selección Juvenil
2012 Campeón Panamericano Selección Junior en Brasilia (Brasil) |
¿En qué momento de tu vida se te cruzó por la cabeza comenzar a practicar handball?
En el colegio La Salle a los 11 años, mi primer entrenador fue Eduardo Gallazzi, quien me enseñó las primeras armas dentro del deporte. Arranqué en menores, competí en bonaerenses y me atrapó mucho desde un principio ya que se nos daban buenos resultados en los torneos.
¿Te gustaba el deporte en sí, o la competencia, ganar, triunfar?
El deporte de a poco se fue metiendo en mi corazón, al comienzo era por hobbie, como para hacer una actividad, pero el hecho de competir en los Torneo Bonaerenses me sumó mucho.
¿Por cuántos Bonaerenses pasaste?
Pase por dos, en uno salimos campeones y en otro segundos. Teníamos un equipazo, jugábamos bien y rápido.
¿Cuándo tomaste la sabia decisión de probar en un club, porque hasta ese momento todo lo conseguido era con el colegio?
Jugué hasta los 15 en el colegio y decidí irme a probar a River Plate, sentí que estaba en un gran nivel deportivo y que podía, las condiciones las tenía, aparte conocía el club porque siempre fui socio y por otro lado tenía a mi familia que me apoyaba en cada una de mis decisiones y sin dudarlo fui, me probé y quedé.
Otro nivel deportivo se te venía encima, ¿nervios?
Sí, porque era todo nuevo para mí. A pesar de haber jugado Bonaerenses y tener más de 4 años de jugador con La Salle, formar parte de una institución como River Plate era otra cosa, algo diferente, un reto que me encantaba enfrentar.
Comenzaste con el handball como hobbie, ¿había otros deportes en tu vida?
Tenis, básquet (en Teléfonos con amigos hice Mini y Premini) y después en River también hice natación.
¿Por qué la elección de tenis?
Siempre me gustó, aparte es el deporte familiar, a todos nos gusta el tenis. Pasé por muchas y lindas experiencias con el tenis.
¿Nunca decidiste volcarte al tenis?
Es una decisión difícil, porque es un sacrificio grande, mucho tiempo, mucha garra y además hay que poner plata, es un salto grande. En River me daban la posibilidad de estudiar y entrenar pero iba a dejar toda mi vida (colegio, amigos) y la verdad que no quería eso, por lo que me volqué al handball.
¿Cómo fueron esos primeros años en River Plate?
Difícil, pero bastante bien, de los que comenzamos la categoría 91 no quedó ninguno. No me puedo quejar porque siempre tuve grandes entrenadores y me rodeé de excelentes personas y compañeros de juego. Me sentí cómodo y eso facilitó mi buen rendimiento dentro de la cancha.
Pasó el tiempo, llegó Dady Gallardo a la dirección técnica de River Plate, te vio y te convocó, ¿Cuál fue tu reacción?
No sé qué me vio Dady, pero en el 2007 me trajo a entrenar con la Selección Juvenil y en el 2008 ya estaba ganando mi primer Torneo Panamericano en Blomenao Brasil y ahí me agarró mucha alegría, y le metí pilas, dije: “Esto es lo mío”. En 2011 viajé al Mundial de Túnez y volvimos con un 11º puesto, un escalón respetable considerando la historia del handball argentino y por supuesto una experiencia hermosa e inolvidable. Pasaron los meses y salimos campeones de otro Panamericano, ahora en Brasilia. Y lo último fue el viaje con la Selección Mayor a Dinamarca, mi mayor logro, porque estuve con los más grandes, lo mejor de lo mejor del handball argentino, jugadores que tienen nivel internacional, experiencia e historia.
¿Cómo viene el 2013 a nivel Selección?
Sigo entrenando, ya que no hay una competencia oficial por el momento, pero vamos al CENARD a practicar tanto físico como táctico. Y por otro lado me sigo poniendo a punto con las competencias que nos quedan en River, en el Metropolitano arrancamos flojos pero queremos apuntar para el Panamericano, un torneo muy complicado pero no imposible, también hay expectativas para el segundo torneo y al final entrar en el Súper Cuatro.
No sólo sos un deportista de alto rendimiento, sino que estudias ¿cómo hacés para equilibrar tus tiempos y no abandonar una de las dos?
Estudio profesorado de educación física y la verdad que los primeros dos años fueron bastante difíciles, por mis horarios, entrenamientos, competencias, pero me esforcé y metí muchas materias, costó al principio pero no tuve problemas, cuando tenía que faltar me lo permitían y cuanto más me adelante en la carrera mejor me fue y ya estoy en mi último año.
¿Una vez recibido cuáles son los planes?
Primero me quiero ir a jugar afuera, ganar experiencia, a donde se pueda, nada en especial, y si puedo, estudiaría la licenciatura en alto rendimiento ya que si compito voy a tener tiempo para estudiar.
¿Variaste tus posiciones dentro de la cancha a los largo de tu trayectoria?
De armador a extremo derecho, y ahí termino. Me siento más cómodo siendo extremo, posición donde arranqué jugando en La Salle, pero si tengo que ser armador lo hago, donde me necesiten estaré.
¿Este armador, extremo, de pequeño tenía ídolos?
No conocía el deporte a nivel nacional e internacional, simplemente porque el handball no es famoso acá. En un momento lo veía a Sebas Simonet porque íbamos al mismo colegio, pero al ir creciendo y mirando handball europeo mi estandarte es Lucas Valo, el extremo derecho de Francia, me siento similar, obviamente él es muchísimo mejor que yo, pero me siento identificado con su estilo de juego.
¿Hoy en día sentís que hay chicos que se fijan en vos?
Es lindo, está bueno, muchos chicos me preguntan cómo hago para saltar así, para tirar, me piden autógrafos y no lo puedo creer. Lo lindo es que hay chicos que se fijan en uno para mejorar.
¿Cuál sería el consejo que le daría Fafa Cangiani, jugador de la Primera de River Plate y de la Selección Masculina de Handball ?
El handball un juego hermoso, desarrollás mucho la amistad, aprendés de cada compañero que tenés dentro y fuera de la cancha. Los padres no deberían presionar a ningún chico para que hagan ningún deporte, a mí no me presionaron y me va muy bien. Los chicos tienen que tener en claro a donde apuntar, pero para hablar de handball, en donde estén van aprender algo porque es un ambiente familiar e inigualable.