El deporte vive en Vicente López
“Hay taekwondo para toda la vida”
Débora Hait la mejor taekwondista del país, es vecina de Villa Martelli entrena en Club Laprida y Florida. Es entrenada por la profesora Nancy Yáñez y ambas, aman tanto la disciplina, que sueñan con tener un Seleccionado Municipal de Taekwondo en Vicente López.
¿Cuándo comenzó tu historia con el taekwondo?
Comencé a los 10 años cuando mi madre quería que haga algún deporte. Por supuesto que ella ¡No quería que haga taekwondo! y yo me mandé al tatami y empecé a pelear.
¿No pasó mucho tiempo hasta que ganaste tu primer torneo, no?
Pasaron dos meses de entrenamiento y mi profesor me anotó en un torneo en General Villegas el cual gané después de conquistar dos peleas.
¿Qué decía tu mamá con todo esto?
¡No paraba de llorar! Es más, ni me quería pagar el torneo. Tuve que salir a repartir volantes, de lo cual no saque mucha ganancia pero pude ingresar. A pesar de todo, una vez que tuve el trofeo, mi mamá terminó de pagar todo.
¿Cómo fue tu llegada al Seleccionado?
Gané un Torneo Nacional y luego me convocaron en el 99. Con el seleccionado clasifiqué para el Mundial de Taekwondo de Canadá y quedé 5ª a nivel mundial.
Llegaste a estar entre las mejores cinco taekwondistas del mundo ¿te dabas cuenta de ese logro?
Lo que yo quería era estar en el medallero, no me sentía muy conforme con un 5º lugar, yo quería más…
¿En qué momento de tu vida comenzaste a entrenar con Nancy Yáñez tu actual entrenadora?
En el 2003 el profesor que me preparaba estaba dejando de lado el taekwondo, entonces decidí por mi propia voluntad acercarme a ella porque sentí que era la persona indicada.
¿Nancy aceptó tu voluntad desde un comienzo?
Para nada, fue bastante arduo que acepte, porque es difícil tener un competidor de alto rendimiento y mantenerlo en un buen nivel. Pero logró sacar lo mejor de mí.
¿Cuánto tiempo tardaste en conseguir grandes medallas?
Casi nada, llegué a un gran nivel que me favoreció para ganar medalla de plata en un Panamericano y oro en un Sudamericano. Hasta que clasificamos a los Juegos Panamericanos 2011.
Torneo a nivel internacional, mundiales, sudamericanos necesitan de un nivel optimo ¿cómo conseguiste afianzarte en el tatami?
Necesitás entrenar mucho con gente de nivel. Acá en nuestro país, en la parte femenina no hay un nivel internacional, por eso hay que moverse mucho o tenés que buscarte un esparrin masculino para poder subir el nivel.
Para soportar viajes y torneos en diferentes partes del mundo necesitas apoyo económico ¿fue fácil conseguir sponsors?
En un torneo casi imposible de competir tuve la gran ayuda de “La Primera de Martelli” –casa de pastas- ¡las mejores pastas que comí! Ellos me dieron una ayuda muy grande para viajar y volver con una ¡medalla dorada! Por otro lado, los torneos oficiales siempre los bancó El Comité Olímpico de Taekwondo y la Secretaria de Deporte, y en lo que respecta a preparación, tuve la suerte de que el municipio de Vicente López me solventó los pasajes, hasta el año pasado.. Para el último evento el municipio me consiguió vestimenta Kappa.
Etapa juvenil: ¿cómo conciliabas salidas con amigas y taekwondo?
En el colegio era imposible llevarme bien. Terminé 5to año sin hablarme con nadie. No me fui de viaje de egresados porque justo en ese momento estaba el México Open (sería como el U.S. Open pero de taekwondo) y agarré toda la plata del viaje de egresados y fui al torneo. Volví con una medalla de oro que no se compara con nada.
Si te digo Londres 2012…
Me trasmite una amargura porque cuando fui a los Juegos Panamericanos de Guadalajara estábamos en La Loma (centro de entrenamiento) antes de pelear el entrenador me llamó y me dijo que yo iba a ir a los clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Londres. Una alegría inmensa me corrió por el cuerpo pero a la vez me produjo muchos nervios que sumado a que no era mi mejor día, me llevaron a perder la pelea. Después de los Juegos se disputó el clasificatorio en México, entonces la idea era quedarse en el lugar. Esperando el próximo torneo dentro de la Villa Olímpica, me dijeron que el C.O.T. de Argentina iba a dejar tres plazas en vez de cuatro, dejaron una plaza libre y tuve que volver a mi casa…
¿Cómo continuó tu carrera después de esta noticia?
Hace un tiempo competí en Brasil, ahora quiero ir a México pero para eso necesito conseguir algún apoyo económico, si no me quedaré y continuaré con mi proyecto de afianzar el taekwondo en Vicente López.
¿Cuál sería la forma de afianzar?
Junto con mi entrenadora, Nancy Yáñez, queremos conocer niños, niñas, jóvenes, adultos, profesores. Pero enfocarnos más en los chiquitos, quienes tienen la facilidad de aprender cualquier cosa y capacitar a los maestros para hacer un equipo y conformar una Selección Municipal de Taekwondo que cuente con categorías desde mayores a infantiles y poder competir a nivel municipal, provincia y nacional.
¿Por qué eligieron Vicente López para conformar un Seleccionado?
Sabemos que hay buenos deportistas, veo muchos en los lugares que yo entreno.Soy de acá y me gusta este lugar. Por eso me encantaría formar un gran grupo de buenos taekwondistas.
Débora Hait ¿realiza o realizó otros deportes…?
Natación, tenis pero de chica… nada que le gane al amor que siento por esta disciplina. Yo puedo ir un día a jugar a la pelota, al vóley…pero me aburro…en cambio hago taekwondo y puedo estar todo el día peleando y entrenando.
¿Cómo definirías el sentimiento que tenés hacia el taekwondo?
Me formó como persona. Cualquiera que haga un deporte sabe lo que digo, hay mucha diferencia entre un deportista y alguien que no hace nada. En todo el mundo cuando decís “soy deportistas” sos lo mejor de lo mejor, menos en este país, porque no hay una fuerte cultura deportiva.
¿Para cuánto más hay taekwondo en la vida de Débora Hait?
Hay taekwondo para toda la vida. Pero compitiendo no hay mucho más, puede que llegue al próximo Panamericano. Pienso en este año México, Brasil, después veré…
¿Y a los chicos?
Que piensen esto, estando en la computadora no logran nada, en cambio, la competencia es lo más lindo que hay: conocen gente, tienen una preocupación sana, entrenan y cuando van creciendo se dan cuenta que tienen un buen físico, una buena salud y forman un grupo de amigos increíble.